lunes, 29 de abril de 2013

viejas podridas - completamente sin pijas


   Los herederos de una anciana que deja una fortuna considerable se reúnen a resolver quién llevará las cuentas hasta que termine el juicio de sucesión (y por esos azares de la vida estoy también ahí). Son tres hijas de la occisa, que además de ser imbéciles de alma ignoran lo que es trabajar y que una vez despojadas por el tiempo de sus estereotipados encantos fueron abandonadas también por sus maridos, y dos de los nietos (mujer y varón; su padre, hermano oveja negra de las susodichas, uno de los desaparecidos de la dictadura). Una de las mujeres, chirrante y cirujeada, llena de pintura, se postula como tesorera, dado que “tengo mucho tiempo libre y siempre fui buena para las cuentas”.
pero después se fueron juntas a la marcha
   -Me opongo -la interrumpe bruscamente otra, que no le va a la zaga en desagrado.
   -Por qué -pregunta la interesada, llevándose la mano a los collares que le doblegan el cuello-.
   -No. No lo voy a decir.
   -Pero por qué…
   -No lo voy a decir.
   -Ay, pero por qué… si no lo decís no podés oponerte…
   -Pero no lo voy a decir.
   -Pero por favor… entonces es como nada…
   -No lo voy a decir… no lo voy a decir…
   -Pero Pupée… -interviene otra cuyo apodo (: Nenuca) no tiene pelotudez que envidiarle al de la nombrada–.
   -Bueno, lo voy a decir: vos hace tres años te cogiste a Esteban Dupuy Cané en Punta del Este.
   La interpelada se toma un par de segundos para responder.
   -¿Y? -dice al fin con una sonrisa que le baila en los ojos.
   -Que antes me lo había cogido yo…
   -¡Jah! -estalla la wannabe tesorera- Si no me puedo coger a nadie que vos te hayas cogido en Punta del Este me quedo completamente sin pijas.
Siguió un pequeño escándalo de voces confusas donde sólo callaban, azorados, los hijos del militante asesinado. Al final Pupée salió humillada, y la usurpadora de pijas, tesorera.

miércoles, 17 de abril de 2013

un set

   Qué bien se expresa tu hijo -le dice un empresario a una amiga o ex amiga setentista, apenas semanas antes de morir a manos de sus propios hijos, que ponen así con un acto de insuperable expresionismo fin a una existencia hecha de excesos (“para mí dos por lo menos”).
   -Jah, contesta ella, no es que se exprese bien, sino que tiene un set.
   Un set de fraseos ¡ni siquiera discursos! armados sobre los temas de conversación comunes (trabajo, parientes, situación política nacional o internacional, últimos estrenos de cine, etc), construidos con la suficiente calidad como para sonar convincentes, elegantes y precisos. Un set que repite con variantes según quien lo escuche gracias al cual se mueve como un pez en el agua en las situaciones sociales, cosa en la que consiste su vida.
   No otra cosa es el arte. Bah en realidad sí, pero es como si no lo fuera. Transita todo el tiempo situaciones sociales donde tiene que poner a prueba esas habilidades. 

lunes, 15 de abril de 2013

sueños


   Estoy en un estacionamiento que es un páramo pedregoso, soy más viejo y apenas más gordo que cuando estoy despierto. Llevo un sombrero chato, como una gorra, la cintura más ancha que los hombros, un traje gris sin brillo. Ante mí hay un montoncito de basura negra, de la que entresalen puntas de pinzas, tornillos y llaves francesas. Salió de mi boca, y ahora lo maniobro y lo acomodo con un fierro largo y enroscado, de obra, como si estuviera caliente y no quisiera acercarme. Estoy ahí en el viento agotador, de pie en una elevación como de subida a un garage, y con el fierrito manejo ese montón, que salió de mí (lo vomité). El montón es de una densidad superlativa, casi una agujero negro, con partes viscosas. Podría dibujar toda la escena.