martes, 28 de octubre de 2014

antes y las semillas de chía


se te perdió la brújula
antes decías
acá por acá dale
es más lindo
menos grosero y menos concurrido
más insolente
lleno de humores
a veces pica hieres
pero se siente mucho
a los saltos entre especies vegetales
de olor sensual y pegajoso
puntas filos y agudezas
un paso más allá
en la posibilidad


y hoy mirá yacés
o te dejás llevar no sé
en un auto embotellado
la heladerita llena de comida
en hora pico
los seguros puestos
y esa voz ese loro incesante
en los parlantes
que repite lo bien que estamos
lo bien que hacemos
lo felices que somos
lo bien que nos hacen
las semillas de chía

viernes, 10 de octubre de 2014

sueños II

ni de cerca la de mis noches sin ti
Una nave espacial me transporta por infinitos celestes. Poderosa, sólida, amplia, veloz, y al mismo tiempo un modelo antiguo cuya capacidad de transformación (su mutación a la velocidad necesaria) no está garantizada. Ahora se ven y se oyen cosas más livianas y rápidas, más efectivas, pero no sé… A mí todavía me gusta mi nave nodriza, con sus pasillos silenciosos, su seguridad, su aire a fortaleza o caserón. Su fundamento. Me pregunto cuán modular es, qué posibilidades hay de moverle piezas, ajustarlas de nuevo para que renazca a un nuevo esplendor inédito, etc. también intuyo que mi nave tiene cantidad de áreas, espacios, zonas que ignoro, cuya exploración aún no he encarado. Y que
está viva.